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El horizonte se define como la línea visual donde concurren el cielo y la superficie del Globo, comprendiendo este último espacio las zonas cubiertas por tierra o por agua. Por su singular condición, el horizonte tiene la cualidad de rodearnos, de estar presente cuando oteamos, ya fuere a escasos metros o a cientos de kilómetros de nuestra posición; pero, eso sí, siempre se encuentra allá donde dirijamos la vista. El horizonte siempre caracterizó la historia de Canarias, pues desde dicho espacio arribaron a este archipiélago atlántico, entre otras, las naves que trajeron a sus antiguos pobladores, las de los conquistadores y colonos que las ocuparon, las pertenecientes a piratas y corsarios que las hostigaron y saquearon, las que utilizaron los emigrantes para buscar un futuro más prometedor; y, en definitiva, las humeantes embarcaciones que las sacaron de un aislamiento sistémico, comunicándolas entre sí y con otros territorios allende el océano con una frecuencia y celeridad hasta entonces desconocidas. En 1912, la puesta en servicio del Correíllo La Palma y los cinco vapores que conformaron su flota original transformaron sustancialmente el modo de vida de la población insular y, por extensión, el paisaje marítimo por donde discurrieron. Desde entonces, los lejanos horizontes se hicieron más accesibles y los penachos humeantes que se vislumbraban en alta mar preconizaron «la llegada del progreso». En el presente proyecto expositivo, fruto de la colaboración del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo Insular de Tenerife con la Fundación Canaria Correíllo La Palma, el visitante podrá descubrir, aprender y aprehender esta emblemática embarcación a partir varias unidades de contenido. Así, junto al humo y su peculiar estética, pasando por el objeto industrial y el medio de comunicación que representa este histórico barco, se abordan las diferentes singladuras que llevó a cabo a lo largo de su servicio en activo; toda vez que también se pone en estima su valor patrimonial, además del complejo proceso de recuperación que desde hace varias décadas viene impulsando la Fundación que lleva su nombre. Para ello, se han seleccionado una serie de piezas singulares pertenecientes a propio Correíllo La Palma, junto a una pequeña muestra de obras de arte, así como objetos representativos del momento histórico que se aborda, además de una serie de proyecciones y medios audiovisuales que refuerzan su comprensión y disfrute. Sin embargo, no debemos olvidar que, para la ocasión, se ha creado una atmósfera sensitiva que nos trasladará a un puerto insular de principios del siglo XX. El Correíllo La Palma es algo más que un centenario barco, que el valor patrimonial de la vetusta máquina de vapor que lo impulsó durante décadas, que un puñado de remaches, planchas de acero y carpintería de caoba. El Correíllo La Palma es también la historia de quienes lo encargaron, proyectaron y construyeron, la de aquellos que lo tripularon y lo navegaron, la de los que evitaron su desguace, así como la de aquellas personas implicadas en su recuperación y que, sobre todo, quieren volver a ponerlo a navegar en las aguas insulares impulsado por un motor de energía renovable.

Fecha: del 30 de abril al 7 de octubre 2024

Horario: De lunes a sábado de 9:00 a 19:00 h. Domingos y festivos de 10:00 a 17:00 h.

Precio: Entrada gratuita

El horizonte se define como la línea visual donde concurren el cielo y la superficie del Globo, comprendiendo este último espacio las zonas cubiertas por tierra o por agua. Por su singular condición, el horizonte tiene la cualidad de rodearnos, de estar presente cuando oteamos, ya fuere a escasos metros o a cientos de kilómetros de nuestra posición; pero, eso sí, siempre se encuentra allá donde dirijamos la vista. El horizonte siempre caracterizó la historia de Canarias, pues desde dicho espacio arribaron a este archipiélago atlántico, entre otras, las naves que trajeron a sus antiguos pobladores, las de los conquistadores y colonos que las ocuparon, las pertenecientes a piratas y corsarios que las hostigaron y saquearon, las que utilizaron los emigrantes para buscar un futuro más prometedor; y, en definitiva, las humeantes embarcaciones que las sacaron de un aislamiento sistémico, comunicándolas entre sí y con otros territorios allende el océano con una frecuencia y celeridad hasta entonces desconocidas. En 1912, la puesta en servicio del Correíllo La Palma y los cinco vapores que conformaron su flota original transformaron sustancialmente el modo de vida de la población insular y, por extensión, el paisaje marítimo por donde discurrieron. Desde entonces, los lejanos horizontes se hicieron más accesibles y los penachos humeantes que se vislumbraban en alta mar preconizaron «la llegada del progreso». En el presente proyecto expositivo, fruto de la colaboración del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo Insular de Tenerife con la Fundación Canaria Correíllo La Palma, el visitante podrá descubrir, aprender y aprehender esta emblemática embarcación a partir varias unidades de contenido. Así, junto al humo y su peculiar estética, pasando por el objeto industrial y el medio de comunicación que representa este histórico barco, se abordan las diferentes singladuras que llevó a cabo a lo largo de su servicio en activo; toda vez que también se pone en estima su valor patrimonial, además del complejo proceso de recuperación que desde hace varias décadas viene impulsando la Fundación que lleva su nombre. Para ello, se han seleccionado una serie de piezas singulares pertenecientes a propio Correíllo La Palma, junto a una pequeña muestra de obras de arte, así como objetos representativos del momento histórico que se aborda, además de una serie de proyecciones y medios audiovisuales que refuerzan su comprensión y disfrute. Sin embargo, no debemos olvidar que, para la ocasión, se ha creado una atmósfera sensitiva que nos trasladará a un puerto insular de principios del siglo XX. El Correíllo La Palma es algo más que un centenario barco, que el valor patrimonial de la vetusta máquina de vapor que lo impulsó durante décadas, que un puñado de remaches, planchas de acero y carpintería de caoba. El Correíllo La Palma es también la historia de quienes lo encargaron, proyectaron y construyeron, la de aquellos que lo tripularon y lo navegaron, la de los que evitaron su desguace, así como la de aquellas personas implicadas en su recuperación y que, sobre todo, quieren volver a ponerlo a navegar en las aguas insulares impulsado por un motor de energía renovable.

Fecha: del 30 de abril al 7 de octubre 2024

Horario: De lunes a sábado de 9:00 a 19:00 h. Domingos y festivos de 10:00 a 17:00 h.

Precio: Entrada gratuita

El horizonte se define como la línea visual donde concurren el cielo y la superficie del Globo, comprendiendo este último espacio las zonas cubiertas por tierra o por agua. Por su singular condición, el horizonte tiene la cualidad de rodearnos, de estar presente cuando oteamos, ya fuere a escasos metros o a cientos de kilómetros de nuestra posición; pero, eso sí, siempre se encuentra allá donde dirijamos la vista. El horizonte siempre caracterizó la historia de Canarias, pues desde dicho espacio arribaron a este archipiélago atlántico, entre otras, las naves que trajeron a sus antiguos pobladores, las de los conquistadores y colonos que las ocuparon, las pertenecientes a piratas y corsarios que las hostigaron y saquearon, las que utilizaron los emigrantes para buscar un futuro más prometedor; y, en definitiva, las humeantes embarcaciones que las sacaron de un aislamiento sistémico, comunicándolas entre sí y con otros territorios allende el océano con una frecuencia y celeridad hasta entonces desconocidas. En 1912, la puesta en servicio del Correíllo La Palma y los cinco vapores que conformaron su flota original transformaron sustancialmente el modo de vida de la población insular y, por extensión, el paisaje marítimo por donde discurrieron. Desde entonces, los lejanos horizontes se hicieron más accesibles y los penachos humeantes que se vislumbraban en alta mar preconizaron «la llegada del progreso». En el presente proyecto expositivo, fruto de la colaboración del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo Insular de Tenerife con la Fundación Canaria Correíllo La Palma, el visitante podrá descubrir, aprender y aprehender esta emblemática embarcación a partir varias unidades de contenido. Así, junto al humo y su peculiar estética, pasando por el objeto industrial y el medio de comunicación que representa este histórico barco, se abordan las diferentes singladuras que llevó a cabo a lo largo de su servicio en activo; toda vez que también se pone en estima su valor patrimonial, además del complejo proceso de recuperación que desde hace varias décadas viene impulsando la Fundación que lleva su nombre. Para ello, se han seleccionado una serie de piezas singulares pertenecientes a propio Correíllo La Palma, junto a una pequeña muestra de obras de arte, así como objetos representativos del momento histórico que se aborda, además de una serie de proyecciones y medios audiovisuales que refuerzan su comprensión y disfrute. Sin embargo, no debemos olvidar que, para la ocasión, se ha creado una atmósfera sensitiva que nos trasladará a un puerto insular de principios del siglo XX. El Correíllo La Palma es algo más que un centenario barco, que el valor patrimonial de la vetusta máquina de vapor que lo impulsó durante décadas, que un puñado de remaches, planchas de acero y carpintería de caoba. El Correíllo La Palma es también la historia de quienes lo encargaron, proyectaron y construyeron, la de aquellos que lo tripularon y lo navegaron, la de los que evitaron su desguace, así como la de aquellas personas implicadas en su recuperación y que, sobre todo, quieren volver a ponerlo a navegar en las aguas insulares impulsado por un motor de energía renovable.

Fecha: del 30 de abril al 7 de octubre 2024

Horario: De lunes a sábado de 9:00 a 19:00 h. Domingos y festivos de 10:00 a 17:00 h.

Precio: Entrada gratuita

El horizonte se define como la línea visual donde concurren el cielo y la superficie del Globo, comprendiendo este último espacio las zonas cubiertas por tierra o por agua. Por su singular condición, el horizonte tiene la cualidad de rodearnos, de estar presente cuando oteamos, ya fuere a escasos metros o a cientos de kilómetros de nuestra posición; pero, eso sí, siempre se encuentra allá donde dirijamos la vista. El horizonte siempre caracterizó la historia de Canarias, pues desde dicho espacio arribaron a este archipiélago atlántico, entre otras, las naves que trajeron a sus antiguos pobladores, las de los conquistadores y colonos que las ocuparon, las pertenecientes a piratas y corsarios que las hostigaron y saquearon, las que utilizaron los emigrantes para buscar un futuro más prometedor; y, en definitiva, las humeantes embarcaciones que las sacaron de un aislamiento sistémico, comunicándolas entre sí y con otros territorios allende el océano con una frecuencia y celeridad hasta entonces desconocidas. En 1912, la puesta en servicio del Correíllo La Palma y los cinco vapores que conformaron su flota original transformaron sustancialmente el modo de vida de la población insular y, por extensión, el paisaje marítimo por donde discurrieron. Desde entonces, los lejanos horizontes se hicieron más accesibles y los penachos humeantes que se vislumbraban en alta mar preconizaron «la llegada del progreso». En el presente proyecto expositivo, fruto de la colaboración del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo Insular de Tenerife con la Fundación Canaria Correíllo La Palma, el visitante podrá descubrir, aprender y aprehender esta emblemática embarcación a partir varias unidades de contenido. Así, junto al humo y su peculiar estética, pasando por el objeto industrial y el medio de comunicación que representa este histórico barco, se abordan las diferentes singladuras que llevó a cabo a lo largo de su servicio en activo; toda vez que también se pone en estima su valor patrimonial, además del complejo proceso de recuperación que desde hace varias décadas viene impulsando la Fundación que lleva su nombre. Para ello, se han seleccionado una serie de piezas singulares pertenecientes a propio Correíllo La Palma, junto a una pequeña muestra de obras de arte, así como objetos representativos del momento histórico que se aborda, además de una serie de proyecciones y medios audiovisuales que refuerzan su comprensión y disfrute. Sin embargo, no debemos olvidar que, para la ocasión, se ha creado una atmósfera sensitiva que nos trasladará a un puerto insular de principios del siglo XX. El Correíllo La Palma es algo más que un centenario barco, que el valor patrimonial de la vetusta máquina de vapor que lo impulsó durante décadas, que un puñado de remaches, planchas de acero y carpintería de caoba. El Correíllo La Palma es también la historia de quienes lo encargaron, proyectaron y construyeron, la de aquellos que lo tripularon y lo navegaron, la de los que evitaron su desguace, así como la de aquellas personas implicadas en su recuperación y que, sobre todo, quieren volver a ponerlo a navegar en las aguas insulares impulsado por un motor de energía renovable.

Fecha: del 30 de abril al 7 de octubre 2024

Horario: De lunes a sábado de 9:00 a 19:00 h. Domingos y festivos de 10:00 a 17:00 h.

Precio: Entrada gratuita